miércoles, 18 de agosto de 2010

Crónicas de un 109

28/05/2010

Lo mismo de siempre "1.20, por favor". Esta vez tuve la suerte de poder sentarme. La gente parece igual a la de todos los días. Muchos estudiantes que salen de Sociales, jubilados y los que se quedan dormidos al fondo con cara de preocupados.
Hoy tengo una misión. La de siempre. Un repentino cambio de lugar resulta estratégico. Al lado de la ventana y con asiento individual.

A veces me gustaría que la gente del 109 fuese más quilombera: una pelea por un asiento, una disputa a muerte, chismes criticones entre amigas, historias ajenas... Lamentablemente, al menos hoy, no es el día. Son las nueve de la noche del viernes y creo que los pasajeros sólo pensamos en llegar a nuestras. casas El silencio se escucha entremezclado con los ronronéos del motor. El colectivo mece a sus pasajeros en un sueño profundo y las manijitas del techo se balancean.

Llegó el momento. No vi nada. El colectivo estaba más arrimado a la otra vereda, y segundos antes, se me atravesó otor imposibilitándome la vista.

Es evidente que el destino está metiendo mano en esta historia. Ese poema callejero se escapa de mí, se niega a ser objeto de mi entretenimiento en en el aburrimiento del colectivo.

La primera vez que lo vi lo pude leer entero. El colectivo se detuvo precisamente en el lugar más indicado y lo recorrí verso por verso, sin ningún apuro. Después nunca más se alinearon los astros. 

"Los cartoneros
Arrastran canastas
juntando del suelo..."

Creo que hoy divisé un "en la ciudad" pero no estoy segura.

Llegó mi parada.

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